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CENICIENTAS MODERNAS
He descubierto que casi en cada mujer de este planeta existe una "cenicienta"---Es decir, una mujer que de día es ama de casa, madre, cocinera, lavandera y limpiadora; y por las noches es mujer, amante y esposa aunque no exista amor ni afecto en la relación. Es simplemente una "cenicienta moderna" que vive suspirando, anhelando y soñando con una tierna caricia de amor pero de amor verdadero y genuino sin ningún interés físico. Una mujer de carne y hueso que siente la necesidad y el ardiente deseo de escuchar aunque sea al final del día, un "te quiero", "te extraño", "me haces falta", "te necesito". NO hay nada más lindo en el corazón de una cenicienta que escuchar un "Te Amo Mi Amor". Solo Dios sabe lo que pasa por la mente afanada de una cenicienta solitaria, especialmente cuando navega entre lo más profundo de sus pensamientos y sus necesidades ocultas.
Los pensamientos en la mente de una cenicienta siempre afloran como campos de trigo acariciados por muchas tardes y amaneceres de sol dorado de verano. Cuantas cenicientas de hoy pasan horas sentadas en un sillón, tristes, solitarias y meditabundas tratando de entender cómo o cuando se les escapó el amor. Existen todavía cenicientas modernas que dicen: “Nuestros cuerpos duermen juntos pero y nuestros sueños? Donde quedaron esos sueños e ilusiones sobre los que construimos nuestro amor? --Tristemente los sueños e ilusiones de tantas olvidadas cenicientas yacen empolvados y guardados en un baúl de recuerdos esperando a ser desempolvados por algún marido dispuesto a convertirse en el príncipe azul de su propia esposa.
Muchas mujeres están cansadas ya de ser las cenicientas involuntarias de su propio cuento. Mujeres estigmatizadas, cansadas de solo saborear lo amargo de su tristeza y cansadas de dormir en brazos de la obscura soledad. Cansadas de recibir solo caricias dormidas de una mustia rutina que resguarda la vida pero sin el éxtasis de ninguna pasión.