La familia es el fundamento y eje principal de la sociedad pero, el matrimonio es la base de la familia. En otras palabras, es primero el matrimonio, después la familia, y luego la sociedad. Sin este fundamento NO podemos construir sociedades sanas, ni desarrollar nuevas generaciones con valores y propósitos de bienestar moral, espiritual, familiar y humano. El núcleo y seno familiar es donde los seres humanos nacen, aprenden, se educan y se desarrollan. Las estadísticas muestran que la mayoría de las personas con problemas compulsivos y desorden de personalidad, adiciones, uso de drogas, niveles de vida bajos, que están en pandillas o están presos purgando penas criminales, etc., son personas que de niños crecieron en hogares disfuncionales. Por eso es que la familia sana y bien establecida es muy importante.
La familia que sabe proveer el escenario de un buen hogar para sus hijos, tendrán en su propia casa un centro de desarrollo, protección y apoyo mutuo. En el hogar es donde se prepara a los hijos y nuevas generaciones para enfrentar la vida.
Por otro lado, quienes están encargados de pilotear y conducir a la familia hacia un hogar feliz y pleno, son los padres (la pareja). Es decir, toda la responsabilidad cae sobre el matrimonio en sí. Por eso surge la gran necesidad de que Dios reine en los matrimonios y hogares de hoy. De lo contrario, lejos de ser un refugio y ambiente de paz, se convertirá en un campo de batalla y frustración.
LA FAMILIA COMO BASE DE LA SOCIEDAD
Salmos 128:2-6, -“Cuando comieres el trabajo de tus manos, Bienaventurado serás, y te irá bien. 3 Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa; Tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa. 4 He aquí que así será bendecido el hombre que teme a Dios. 5 Bendígate el Eterno desde Sion, y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida, 6 Y veas a los hijos de tus hijos. Paz sea sobre ti.”
Existe un ataque diabólico y directo contra la familia y el matrimonio. Las estadísticas dicen que hay una tasa muy alta de divorcios en todos los países del mundo. Esta epidemia mundial está destruyendo los fundamentos de la sociedad y dejando disfuncionales a muchas familias del mundo. Pero lo más alarmante, es que existe otro fenómeno aún más peligroso y sutil dentro de las familias que es EL DIVORCIO EMOCIONAL. Este grave problema se ha convertido ya en una patología colectiva social. Matrimonios que viven juntos en la misma casa pero que emocionalmente están divorciados porque ha habido una separación y desconexión del alma. Son muchos factores los que aplican en estos casos pero mientras tanto, este tipo de problemas en los hogares daña de forma muy cruel NO solamente a la pareja sino a los hijos; aparte envenena el ambiente familiar causando una inestabilidad emocional terrible en toda la familia. Todo matrimonio disfuncional causa trastoque y deficiencia en la identidad de los hijos, especialmente de aquellos que todavía están en desarrollo. La pérdida de la imagen y valores familiares en los hijos es la pérdida de defensas contra las tentaciones y ofertas malignas del mundo dejándoles vulnerables a aceptar y sucumbir en estilos de vida pecaminosos, anormales y confusos como el comportamiento homosexual, bisexual, adicciones, prostitución, drogadicción, libertinaje, etc.
- Definitivamente creo que todo este caos familiar mundial, es porque en primer lugar, nuestras sociedades modernas se han ido apartando cada día más de la voluntad de Dios. Las mortandades de guerra son el reflejo de la mortandad espiritual y familiar en el mundo entero. Esta ausencia de Dios en las familias, genera carencia de valores y falta de amor por nuestra raza humana.
- Desde el principio de los tiempos Satanás ha querido destruir los matrimonios. Vemos en el caso de Adán y Eva como Satanás disfrazado de serpiente quiso traer mentira, confusión y división entre Adán y Eva. El diablo sabía que si lograba dividir y obstruir la comunicación entre Adán y Eva, podía destruir y afectar a toda su descendencia por muchas generaciones. Y la prueba de esto es que han pasado ya casi 6,000 años de ese problema y según dice la Biblia y las noticias, seguimos pagando las consecuencias de nuestros primeros padres Adán y Eva. Pero precisamente para eso vino Jesucristo al mundo para corregir ese problema, destruir las obras del Diablo, y restaurar la vida y destino de las familias del mundo.
- El matrimonio y la familia son una institución divina. Es lo único que se rescató y nos quedó del Jardín del Edén. Es un diseño que nació en el corazón de Dios. No es un invento o creación de los gobiernos del mundo.
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